Desde Adentro

Había una vez en el antiguo Japón, un viejo samurai , ya retirado que se dedicaba a enseñar el arte de la meditación a sus jóvenes alumnos. A pesar de su avanzada edad, corría la leyenda que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierto día apareció por allí un guerrero con fama de ser el mejor en su género. Era conocido por su total falta de escrúpulos y por ser un especialista en la técnica de la provocación. Este guerrero esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y después con una inteligencia privilegiada para captar los errores del contrario atacaba con una velocidad fulminante. Nunca había perdido un combate.

Sabiendo de la fama del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y así aumentar su fama de invencible. El viejo aceptó el reto y se vieron en la plaza pública con todos los alumnos y personas del lugar. El joven empezó a insultar al viejo maestro. Le escupió, tiró piedras en su dirección, le ofendió con todo tipo de desprecios a él, sus familiares y antepasados.

-Si alguien te hace un regalo y tu no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo? -preguntó el samurai.
-A quién intentó entregarlo -respondió un discípulo.
-Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia -dijo el maestro-, cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

En la vida siempre habrán situaciones en las cuales seremos provocados, por personas y o circunstancias en las que querremos lanzarnos a actuar sin antes pensar o analizar lo que esta sucediendo. Siempre escuche desde muy joven que el que se desespera pierde.. No significando esto que hay que sentarse a esperar que las cosas lleguen sino mas bien que hay que actuar con cierta cautela, pues toda acción tiene una reacción.

A provocaciones estúpidas hechas por personas estúpidas, se responde con inteligencia y de una sola manera: indiferencia. Recuerda que lo que estás eligiendo pensar influye en cómo te sientes y cómo vives. Así que buenos pensamientos equivalen a una buena vida.

  Por tanto tu opinión de ti mismo es más importante que lo que otros piensan de ti. Si eres feliz en tu propia piel y con tu vida, podrás ver razones para sonreír, disfrutar y dar gracias aun en medio de las dificultades.

A veces, nosotros mismos nos lastimamos pues le  damos  un poder que no tienen a las palabras que nos dicen. Da valor solo a quien lo merece.

Ten pendiente que la única persona que puede mejorar tu vida categóricamente eres tú. Los demás pueden ayudarte en algo, pero lo fundamental depende de ti. Una vida de reacción es una vida de esclavitud. No reacciones ante lo que el destino te traiga; actúa y haz tu vida como te convenga a ti.

Si esperas a la llegada del momento preciso para hacer algo, Puede que lo esperes para el resto de tu vidas. Quizá es ahora o nunca.

En tus manos esta el poder de crear o destruir, y con frecuencia de manera inconsciente regalamos esa cualidad que Dios nos encomienda.. No permitas que nadie destruya la obra maestra que Dios a hecho contigo, pues tu eres su creación, su piedra preciosa y su joya de gran valor. El no talla vidrio y por tanto tu tienes un propósito y eres importante.

Que tengas un hermoso viernes en el que puedas encontrar suficientes motivos para sonreír, y descubrir todas las razones que tienes a tu alrededor para dar gracias.

Dios te Bendiga !!

GRR