En Nueva York un niño de 10 años estaba parado, descalzo, frente a una tienda de zapatos apuntando a través de la ventana y temblando de frío..
Una señora se acercó al niño y le dijo: «Mi pequeño amigo ¿qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?». La respuesta del niño fue:
“Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos». La señora lo tomó de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podría prestarle una palangana con agua y una toalla. El empleado rápidamente le trajo lo que pidió. La señora se llevó al niño a la parte trasera de la tienda, se quitó los guantes, le lavó los pies al niño y se los secó con la toalla. Para entonces el empleado llegó con los calcetines, la señora le puso un par de ellos al niño y le compró un par de zapatos.
Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño. Ella acarició al niño en la cabeza y le dijo: «¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!»
Mientras ella daba la vuelta para marcharse, el niño la alcanzó, la tomó de la mano y mirándola con lágrimas en los ojos le preguntó: «¿Es usted la esposa de Dios?
Es increíble, cuan poco se necesita para hacer la diferencia en la vida de las personas.
Por lo general hacemos la diferencia de manera inconsciente, con una sonrisa, con una buena acción desinteresada que nace del corazón.
Muchas veces tenemos miedo de que lo que podemos aportar no es suficiente, para que se note una diferencia significativa. Mas sin embargo, sin importar la magnitud o el alcance, vale la pena hacer algo bueno por alguien. Pues aun cuando pueda ser una simple gota ante el inmenso océano que representa el mundo. No debes olvidar que el océano no es más que un conjunto de muchas gotas…
No hay nada mejor que predicar con el ejemplo, pues aun cuando las palabras convencen, las acciones arrastran!!
Hoy tu puedes hacer la diferencia en la vida de alguien, dando un poco de lo que ya tienes.. Pues no hay nadie tan rico que no pueda recibir, y mucho menos nadie tan pobre que no pueda dar nada!!
Todo el que me conoce, sabe que me gusta hacer historias y en cierta forma soy un cuenta cuentos, por tanto hoy les doy un 2×1 y los dejo con un ejemplo de cómo no debemos buscar cambiar de un intento el mundo entero, pero a la vez podemos hacerlo a diario una o varias personas a la vez!!
Esta es la historia de un anciano y su nieto caminando por una playa, en la que había luego de bajar la marea, muchas estrellas de mar varadas en la orilla, y el abuelo cada vez que encontraba una, la tomaba y la devolvía al mar.
Luego de un rato, el nieto cuestiona al abuelo de la siguiente forma
«Porque lo haces abuelo? no ves que en el mundo esta no es la única playa donde esto sucede!, y en esas playas lo más probable es que no hay personas como tú, que las devuelvan al mar, por lo cual no le veo el sentido a que te dediques y afanes para devolver las que encuentras pues en verdad no estás haciendo una diferencia significativa o impacto grande..
El abuelo, se quedó pensativo mientras caminaban, luego encontraron otra estrella de mar que levanto con sus manos y antes de devolverla al agua, miro a su nieto y le dijo:
«para este estrella de mar hoy si hace la diferencia»
El cielo y el infierno están hoy aquí en la tierra, pues tu día a día, te conviertes en un ángel o un demonio en la vida de las personas que te rodean..
La elección siempre está en tus manos, aun cuando las circunstancias te incitan a elegir un lado u otro.
Espero hoy puedas elegir ser parte de un cambio positivo en tu entorno, y de esa manera hacer la diferencia en tu vida y la de los que te rodean!!
Feliz viernes!! Dios los bendiga!! Que no te falten razones en este día para sonreír!!
GRR
demasiado acertadas tus palabras en este día 🙂