Algunos creen que el aferrarse a algo es lo que nos hace fuertes, pero a veces la clave de la verdadera fortaleza está en soltarse.
Muchas veces rehusamos cambiar un hábito, ser más flexibles, probar un nuevo método o dejar a un lado algo que sabemos está trayendo destrucción a nuestras vidas. Nos aferramos con porfía a nuestro camino, aun cuando este produzca dolor y sufrimiento. Nos aferramos hoy a una situación negativa que puede estarnos robando vitalidad, energía, creatividad y el entusiasmo de vivir.
Cuando hay un reconocimiento de que algo ha terminado, que algo está concluyendo, sea lo que sea: un trabajo, una relación, un hogar, algo que nos haya podido ayudar a definir quienes somos. Es el momento de soltarlo, permitiendo la tristeza, pero sin tratar de agarrarlo. Sabiendo que algo más grande nos está esperando, hay nuevas dimensiones para descubrir.
Generalmente, cuando realizamos una limpieza nos sentimos aliviados, pero no siempre somos capaces de retirar todo aquello que ya no usamos. No deja de ser algo parecido a lo que nos pasa en otros aspectos de nuestra vida, no siempre somos capaces de prescindir de algunos prejuicios o principios arraigados en nuestro pensamiento desde hace tiempo, aun habiendo comprobado reiteradamente su invalidez.
Antes de pretender «soltar», deberíamos saber qué es lo que «tenemos». En el centro de esta posesión se encuentra el ego, una convicción, un sentimiento del cual emana todo. Yo, Pedro o Isabel, existo independiente de todo, solo frente al otro, es decir, a todo lo que no es «Yo» y que, al ser «otro», no siempre obedece a mis deseos. La identificación con este muy querido Yo se paga muy caro: me siento separado. Así es que vivo, a la vez, en el miedo y en la ilusión de la omnipotencia. «Solo frente al mundo», «Después de mí, el diluvio», son, en suma, las dos creencias sobre las cuales se basa el ego.
Soltar es, también, dejar de abordar la existencia con una mentalidad de «seguro contra todo riesgo». Por más que quiera controlar el futuro, la vida no es una compañía aseguradora y no ofrece ninguna garantía.
La práctica habitual del soltar nos alivia de un gran peso. Nos libera del complejo de Atlas llevando al mundo sobre nuestras espaldas. Hace coincidir el más profundo desapego con el más auténtico sentimiento de responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia los otros. Es, el fundamento de la verdadera confianza en uno mismo.
Soltar no es abandonar ni olvidar, es simplemente dejar en libertad, ser y dejar ser, sin presionar ni ahogar, no obligar o imponer, mucho menos apegarse a algo que se dice tener o se cree poseer
Soltar no implica ignorar no dejar que la rutina y el olvido se apoderen de aquello que es de mucho valor, porque va de corazón a corazón.
La vida no promete días sin dolor, tristeza o tormentas, pero nos da fuerza para cada día, consuelo para cada lágrima y luz para el camino.
Somos nuestro propio veneno. Solo nosotros, y lo que decidimos pensar, puede abatirnos. Somos el producto de nuestros pensamientos. No dejes que nada ni nadie controle cómo te sientes sobre ti mismo. Se llama «AUTOestima» por una razón.
No hay pastillas cuyo principio activo provoque pasión por la vida. Ni fórmula en la que hallar ganas de vivir. Todo eso debe salir de ti. Un día mirarás atrás y te dirás: «He aprendido mis mejores lecciones no cuando el sol brillaba, sino cuando la tormenta estaba en su apogeo»
En ese momento en que puedas mirar atrás con una sonrisa, te darás cuenta que has podido soltar todo lo que te encadena, te robaba la vitalidad. Esa mochila cargada de prejuicios, complejos y pensamientos negativos.
Soy firme creyente en la «prueba del espejo» Lo que importa es si puedes mirarte en él y honestamente decirte: Lo he hecho lo mejor que supe y pude..
No puedes correr a la mayor velocidad posible cargando una mochila llena de rocas, o un paracaídas que retrase tus pasos. #tenlopendiente.
Espero que tengas un buen inicio de semana, en el que puedas apreciar las cosas que te rodean, dar gracias por todo lo que te sucede, sin importar cuan malas puedan parecer.. Pues tienen su razón y su propósito..
Dios te Bendiga!!
GRR!!