El hijo mas tonto

Publicado: 5 diciembre, 2013 en reflexiones diarias

foto-will-smith-y-josh-brolin-en-men-in-black-3-hombres-de-negro-3-395  Un campesino tenía tres hijos. Los dos mayores se consideraban inteligentes y se dedicaban a la caza y al cuidado de caballos. El menor, en cambio, a quien le decían el Tonto, cuidaba los campos de su padre.

  Un día circuló por la zona una noticia real diciendo que la princesa otorgaría su mano a quien supiese contestar con soltura unas preguntas que ella hiciera. Habiendo escuchado el anuncio, de inmediato, los dos hermanos mayores, tomaron la decisión de probar suerte. Pidieron permiso a su padre para dirigirse al palacio real.

  El padre, confiando en sus hijos y viendo la posibilidad de que uno de sus hijos pudiera casarse con la hija del rey, les obsequió los más apuestos y hermosos caballos para que dignamente se presenten ante el rey.

  Cuando estaban a punto de marcharse se presentó también el hermano menor, llamado el Tonto. Les preguntó:

— ¿A dónde van?

Ellos contestaron:

— ¿No te has enterado del anuncio de la princesa? Vamos a casarnos con ella cualquiera de los dos.

  Él dijo:

—Yo también iré.

Ellos replicaron entre risotadas burlonas:

— ¿Tú…? Pero si no sabes otra cosa que arar la tierra. ¿Qué tienes que pueda agradar a la hija de un rey?

  El hermano menor, sabiendo que las cosas andaban así y haciendo caso omiso de las burlas de sus hermanos, se dirigió donde su padre y le pidió un caballo como el de sus hermanos. Su padre, comulgando con la idea de sus hijos mayores, refutó negándose a darle un caballo:

— Es inútil que pierdas tu tiempo en ver a la princesa. Tú no eres tan inteligente como tus hermanos.

 images El hijo menor se enfadó al escuchar las palabras de su padre. Así tomó la iniciativa de montarse en una cabra para dirigirse prontamente al palacio. La cabra fue tan rápido que les alcanzó a sus hermanos. Les dijo, enseñándoles un pollo muerto:

— ¡Eh, hermanos! ¡Miren lo que he encontrado! Pienso obsequiárselo a la princesa.

Sus hermanos mayores contestaron de forma burlona:

— Se alegrará mucho.

El otro siguió:

— También pienso obsequiarle esta cacerola que he encontrado en el camino.

  Los hermanos, sin darle importancia, no se dignaron contestarle. Pero mientras a ellos les parecía consumir la indiferencia, el hermano menor, mostrándoles un puñado de arena, exclamó:

— ¡Miren mi tercer regalo…!

arena_17  Y, guardo en el bolsillo la arena, llegaron al palacio. En la casa real se encontraron con la larga fila de pretendientes esperando el turno para ser interrogados por la princesa. Los dos hermanos mayores se incorporaron a la fila secundando el lugar del hermano menor, llamado el Tonto. En ese momento, uno de los siervos de la casa real, acercándoseles, les invitó a adelantarse hacia donde estaba el trono real. Allí estaba sentada La bellísima princesa.

  Un gran espejo cubría el techo aquel y que permitía verse, al pretendiente, de pies a cabeza; unas grandes estufas daban al salón un calor sofocante; y varios hombres del palacio, sentados en sendos sillones, tomaban apuntes de las preguntas y respuestas. Todos esos detalles singulares hacían que los pretendientes se turbasen de tal forma, que nadie pasaba la primera pregunta.

  Entonces el turno fue del hermano mayor quien, mirando a todas partes, susurró:

— ¡Qué calor tan terrible que se siente aquí!

La hija del rey contestó:

— Es que estamos asando pollos.

El joven no esperaba tal respuesta, y se quedó callado.

Dijo la princesa:

— No sirve. ¡Que pase otro!

  Al segundo hermano le ocurrió una suerte parecida y, a pesar de toda su ciencia, no supo decir nada acerca de los pollos. Fue despedido como todos. Pero la suerte del hermano menor, llamado el Tonto, no fue así. Éste entró en la sala montado en su cabra y como en el recinto hacía mucho calor, al igual que sus hermanos, dijo:

— ¡Qué buen calor hace aquí!

La princesa intervino, señalando a su pollo que traía el muchacho:

— Es que mi padre está asando pollos.

El joven dijo:

— Por cierto, su alteza, ¿me permitiría asar también este pollo?

Ella contestó interesándose por él:

— No hay inconveniente.

Luego preguntó:

— ¿Pero tienes alguna cacerola?

Él dijo, enseñándole la cacerola:

— ¡Mirela, su alteza! ¡Aquí la tengo!

La princesa apuntó:

— Seguro que has olvidado la sal.

El hombre repuso, sacando la arena que había llevado en su bolsillo:

— ¡Descuide, su majestad! Aquí tengo un puñado de la más fina.

La princesa exclamó:

— ¡Muy bien! Tienes respuesta para todo. ¡Mereces gobernar un reino y ser mi esposo!

  Y así fue cómo el hijo, llamado el Tonto, llegó a ser rey de aquel país, mientras sus pretenciosos hermanos tuvieron que labrar la tierra.

 riqueza Labrar la tierra no es un oficio decadente, es una tarea hermosa. Pero creerse inteligente es el oficio de los necios. Un campesino posee más inteligencia para resolver los desafíos del día a día que cualquier persona millonaria, quien acude a otros para resolver sus problemas.

Alguien me pregunto ¿por qué hay tanta gente pidiendo limosna en las calles? Esa gente es floja, no sabe trabajar. Yo le digo que esa gente es más inteligente que muchos trabajadores con títulos universitarios. Esos que son mendigos son más inteligentes. Solo deben ubicarse en lugares propicios y extender la mano para conseguir su paga. En cambio tú debes obedecer a un jefe, una empresa, una institución; cuidar tu reputación, depender de tus jefes, respetar el horario, lidiar con esto y aquello; en suma: hacer lo que no quieres. ¡Aprende a buscar la senda de tu propia libertad!

  Lo que hiciste ayer no importa, ni lo que harás en un mes. Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo más importante. ¿Por qué la vida tiene que ser tan difícil a veces? porque es imposible madurar sin dificultades. Solo resolviendo problemas creceremos.

Que tengas un hermoso resto, del día recuerda que Las oportunidades no se pierden, o se van, simplemente LAS APROVECHAN OTROS, no desperdicies el día de hoy..

GRR

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comentarios
  1. Martin dice:

    ¿Considerarte inteligente te hace necio y pretencioso? Por favor, que idiotez. Te podría mencionar a personas con cocientes intelectuales de superdotado (+130) que se consideran intelectualmente sobresalientes y no por eso dejan de ser seres bastante humildes y discretos. Pero en fin, no tendría sentido, tu definición de inteligencia es otra.
    Es obvio que hay mendigos y campesinos que son más inteligentes que muchos egresados de la universidad, pero no todos los campesinos ni todos los mendigos, y no por el hecho de ser mendigos o campesinos. Los estudios no determinan en lo absoluto tu inteligencia, pero el hecho de tener que sustentarte con menos tampoco te vuelve necesariamente más inteligente que los privilegiados en ese sentido

  2. Martin dice:

    Incluso las personas sin estudios que viven de empleos informales pueden considerarse inteligentes si notan como destacan en lo que hacen; como las personas que lo contrataron le hacen saber el buen trabajo que esta haciendo. Insisto, no tiene absolutamente nada de malo

  3. Martin dice:

    He conocido personas que se consideran inteligentes y están preparados para cualquier escenario. Muchas personas que se consideran inteligentes habrían llevado todos esos ingredientes, por si acaso. O de no hacerlo, habrían tenido un comentario ingenioso en el momento para que la princesa no los descartara tan pronto. Un jugador de ajedrez, por ejemplo

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